Fui, hijo de Margarita Martínez Daza – Aló y Clemente Escalona Labarcés coronel del Ejército, creció en un ambiente familiar sano y acogedor con excelentes costumbres en familia, bases que formaron un hombre creativo, amoroso, honesto, responsable y muy trabajador. Mis hermanas mayores velaron porque no me faltara nada cuando mi madre falleció.
El Coronel Clamente Escalona Labarcés quien perteneció a la reserva del ejército donde había cumplido muchos años de ejército militar, me inculcó costumbres estrictas y orden, así mismo, me contaba a mi y a mis hermanos muchas historias sobre la guerra de los mil días. Cuando comencé a crecer me volví rebelde y cuestionaba todas las formas de disciplina. Desde chico, fui un rebelde lírico y social, de temperamento y espíritu cuestionado por maestros y aplaudido por mis compañeros del colegio.
Cuando comencé a tener mi propia descendencia, las mujeres que estuvieron presentes en mi vida fueron las protagonistas de mis composiciones. También mis amigos a los que consideraba parte de su familia estuvieron presentes en mis letras, es así como me convertí en un representante de la narrativa costumbrista en Colombia, contando historias familiares usando imágenes y metáforas para matizar mis versos.
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